Publicado en Página/12 el miércoles 26/08/15
Por
Ricardo Haye (*)
Las permanentes profecías que se vienen
formulando desde hace cincuenta años respecto de la muerte de la radio nunca
han tenido cumplimiento efectivo. Sin embargo, ahora los vaticinios se han
refinado y ya se habla de la desaparición de las transmisiones en la señal de
modulación de amplitud o en la banda de modulación de frecuencia.
Pese a ello, el medio que pronto va a cumplir
cien años se mantiene vigente en la consideración de amplios sectores de la
sociedad, que continúan asignándole amplia credibilidad.
Poco importa, entonces, si mutan los soportes
dado que el modo de producción radiofónico va encontrando alternativas para
conservarse activo.
Internet ha servido para alojar en sus
portales realizaciones de radio originadas tanto en estructuras
organizacionales complejas como en el trabajo individual de profesionales o de
podcasters o radiofonistas amateurs.
El oyente histórico que hace algo más de medio
siglo accedía a unas pocas señales de AM y que en los últimos treinta años de
la centuria anterior vio crecer sus opciones con la emergencia y popularización
de la FM, asiste en este momento a un crecimiento exponencial de las propuestas.
Contribuyen para ello los procesos de digitalización, las emisiones satelitales
y la propia web, así como las instancias de convergencia mediática y
transmediática.
Pero si hasta la fecha los augurios mortuorios
no alcanzaron confirmación, si es posible verificar que la radio se fue
transformando en virtud de una ductilidad asombrosa que le permitió ajustarse a
diferentes escenarios. Aunque no siempre lo hiciera del modo deseado.
La emisión en directo cedió espacios a textos sonoros
grabados; la música ejecutada en vivo por orquestas propias o intérpretes
invitados hocicó ante la poderosa (y manipuladora) industria discográfica; los
ciclos humorísticos que, de la mano de artistas tan extraordinarios como Niní
Marshall, contribuyeron al brillo de los años dorados de la radio quedaron
reducidos a brevísimos sketches a cargo de imitadores que rinden excesivo
tributo a la realidad y a la actualidad noticiosas; aquella voluntad expresada
por Brecht de hacer del medio un circuito de ida y vuelta fue malversado a
través de los mensajes y llamadas telefónicas mediante los cuales los oyentes
mendigan algún regalo berreta a cambio de un “muy bueno el programa”. Tal vez
la modificación más rotunda haya sido el abandono de la práctica del relato en
sus diversas formas para recluirse en modos de decir exclusivamente consagrados
a la información y la argumentación.
Sin embargo, todo esto no obsta para que
setiembre venga cargado de actividades relacionadas con la radio, en las que
estos y otros temas podrán ser puestos bajo análisis.
Del 7 al 9, los docentes universitarios de
cátedras y talleres radiofónicos de todo el país volverán a reunirse como
ocurre desde hace veintidós años. Esta vez la cita de las Jornadas
Universitarias La Radio del Nuevo Siglo tendrá como anfitriona a la Universidad
Nacional de La Matanza, donde estarán en debate la producción de contenidos y
la gestión de medios universitarios.
En la tarde del mismo miércoles 9 el Centro
Cultural Kirchner será escenario de la apertura del Tercer Congreso de la Red de
Radios Universitarias de Latinoamérica y el Caribe (RRULAC), en la que ofrecerá
una conferencia magistral el legendario guionista José Ignacio López Vigil,
autor de éxitos radiofónicos como “Un paisano me contó”, con el que a comienzos
de 1980 levantó verdaderas polvaredas por todo el continente. Basta un repaso
por los títulos de cada entrega para comprender las razones: “la publicidad”,
“el latifundio”, “patronos y obreros”, “el hambre”, “el armamentismo”, “el
machismo”, etc. La agenda de RRULAC continuará desarrollándose los días 8 y 9
de setiembre en el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos con talleres y
disertaciones convocadas bajo la invocación “La comunicación: Un derecho humano
irrenunciable”.
Y finalmente, el viernes 25 y sábado 26 de
setiembre desembarcará en la calle Mariano Moreno 431 de la ciudad de Buenos
Aires el III Congreso Internacional de Radioteatro y Ficción Sonora que, desde
hace un par de años viene desplegando actividades simultáneas en España y
Colombia y ahora está integrando a México y a nuestro país. La iniciativa fue
generada por el colectivo zaragozano Radio TEA FM y encontró rápido eco en
grupos locales como Narrativa Radial y la Escuela ETER, que están abocados a la
producción, análisis y enseñanza de la radio y convencidos de que el invento de
Marconi todavía tiene mucho de sí para dar.