lunes, noviembre 20, 2006

Graduada en la Universidad Nacional de Rosario, Andrea Miglio llegó a la Patagonia hace un par de años y muy pronto se integró como auxiliar docente en nuestra Area Radiofónica.
A continuación publicamos la primera parte de un sugerente texto suyo.


“Devenir es construirse nuevas alternativas
de vida en el cuerpo y fabricarse melodías
que permitan seguir novelando existencias
posibles.”

Susana Kesselman

Marshall Mc Luhan plantea una “reacomodación de nuestros sentidos”[1] asociada a la aparición de una nueva tecnología. Otras percepciones que demandan adaptaciones sensoriales son motivadas influyendo sobre modos ya conocidos, hábitos inculcados y hasta a veces adquiridos por ósmosis. ¿Pero qué ocurre cuando la tecnología que se analiza no es nueva sino que se la piensa nueva?

La radio, hasta no hace mucho tiempo abordada como medio unisensorial, muestra matices de multisensorialidad de acuerdo con las producciones plausibles de ser realizadas en la cautivante exploración expresiva del medio. Estas estimulantes formas de decir que relevan elementos del lenguaje radiofónico y los anclan a cartografías corporales que constituyen audiencia, requieren nexo, puente que inaugure vínculos entre estos oído-cuerpos y el mensaje producido.

El “oyente modelo”
[2] ahora se construye con hilos de subjetividades[3] sueltas, heterogéneas, múltiples. Cuerpo sensible donde la sinestesia[4] devuelve a la luz los espacios oscuros de una novela sensorial ajustada a parámetros estereotipados. Y esos sentidos “que tienen prejuicios porque son viejos y están atrofiados”[5] asoman sedientos. ¿Y qué encuentran? ¿En qué contexto se inscriben?.

Las estéticas contemporáneas que sustentan el remozado tratamiento de los formatos radiofónicos toman de diferentes lenguajes artísticos pinceladas e imágenes, movimiento, ritmos y armonías. Códigos que son génesis de una poética del sonido que despliega en torno a él un abanico de lecturas y construcciones de estas piezas radiofónicas. En este eje Oído – Cuerpo – Radio, las estrategias del emisor y del receptor se reinventan en cada entrega. En este eje Oído – Cuerpo – Radio, la ficción se revela.

“No se escriben ficciones para eludir, por inmadurez o irresponsabilidad, los rigores que exige el tratamiento de la verdad, sino justamente para poner en evidencia el carácter complejo de la situación, carácter complejo del que el tratamiento limitado a lo verificable implica una reducción abusiva y un empobrecimiento. Al dar un salto hacia lo inverificable, la ficción multiplica al infinito las posibilidades de tratamiento”.
[6]

Hacer cotidiana una ficción radiofónica dotada de máximas de expresividad que requieren de nuevas colaboraciones por parte del oyente, necesita también ser circunscripta a contextos de acompañamiento que sugieran, una pedagogía sensible que desde una lógica rizomática
[7] estimule la búsqueda y reconocimiento de nuevos umbrales perceptivos, cognoscitivos y sensoriales. Este atravesamiento pone énfasis en “las nuevas pedagogías organizadas en la consideración de la inteligencia sensorial, que investigan el vínculo maestro-alumno como fenómeno maquínico…Se trata de despertar en el cuerpo del alumno la sensibilidad para acoger los conceptos, hacerlos propios y transformarlos.”[8]

Llevada al ámbito de la producción en radio, esta idea instala nuevos desafíos al comunicador-productor, por ejercer un rol necesariamente involucrado con la comunicación afectiva
[9]. Un rol que de fuerza a este binomio fantástico[10] narrativa-cuerpo implicando en el proceso creativo su propia corporeidad, a veces no invitada, a veces ausente. Desde esta cosmovisión todo cuerpo se afecta por emociones, recuerdos, vibraciones, resonancias. Y de allí la pregunta: ¿cómo deviene lo sonoro cuerpo, experiencia, augurio, fiesta?

Continuará

NOTAS:

[1] Mc Luhan, Marshall: La Galaxia Gutemberg. Ed. Planeta Agostini, Barcelona, 1985.

[2] Eco, Umberto: Lector in fabula. Ed. Lúmen, Barcelona, 1993.

[3] Guatarí, Félix: Caósmosis. Ed. Manantial, Buenos Aires, 1996.

[4] Haye, Ricardo: El arte Radiofónico. Ed. La Crujía, Buenos Aires, 2004.

[5] Martínez Estrada, en Haye, Ricardo: El arte Radiofónico. Ed. La Crujía, Buenos Aires, 2004.

[6] Saer, Juan José: “El concepto de ficción” en http://www.literatura.org

[7] Deleuze, Gilles - Guatarí, Félix: Rizoma. Ed. Premia Editora, México, 1983.

[8] Kesselman, Susana y Hemsy de Gainza, Violeta: Música y eutonía. El cuerpo en estado de arte. Ed. Lumen, Buenos Aires, 2003.

[9] Kaplún, Mario: Producción de programas de radio. El guión – La realización. Ed. CIESPAL, Quito, 1978.

[10] Rodari, Gianni: La gramática de la fantasía. Ed. Colihue, Buenos Aires, 2004.


sábado, noviembre 11, 2006

Continuamos publicando colaboraciones de nuestros estudiantes.
El texto siguiente fue producido por Matías Pordomingo, quien se desempeñó como Ayudante Alumno en nuestra Area Radiofónica.


¿Qué es la producción informativa en radio?

Los hechos, las cosas, pasan. Son noticia en la medida que ocupan una porción de la realidad discriminada por los medios de comunicación masiva.
Hacemos esta distinción preliminar para acercarnos a la idea de producción informativa.
Lo que para algunos medios es noticia puede no serlo para otros, y también el tratamiento que se le dé en cada medio será distinto.
Depende de las características y/o los intereses del medio, un comunicado de prensa que denuncie la contaminación ambiental de la Empresa X puede terminar en la nada o puede ser lo que movilice a toda una redacción a buscar opiniones de expertos, la respuesta de la Empresa X, y también a ofrecer a su audiencia la posibilidad de conocer que impacto tendría esta contaminación en su vida cotidiana.
Lo anterior se refiere a la discriminación realizada sobre insumos o fuentes primarias, como un comunicado de prensa o un llamado telefónico. Pero ¿qué pasa con la información que dan los otros medios de comunicación con relación a la radio en la que vos estás trabajando? Aquí, la elección sobre lo que es y no noticia debe ser especialmente consciente (sobre todo en una época en la que algunos medios parecen ser quienes manejan en gran medida las agendas de los diversos poderes públicos)
Aquí tenemos un primer elemento que determina la producción informativa: el medio.
Según los intereses, el medio hará un primer recorte: que es noticia y que no lo es. Esto estará fundamentalmente ligado a los intereses del medio. Una radio evangelista, por ejemplo, limitará su producción informativa en reiterar los horarios de reunión en el templo. Una radio dedicada exclusivamente a la difusión de rock nacional privilegiará información referida a este género musical. Aunque en estos ejemplos el género informativo tendrá obviamente menos presencia que el de opinión o el expresivo, su presencia, su calidad y su profundidad implican igualmente producción informativa.
En las radios generalistas de mayor producción informativa que en los ejemplos anteriores, la decisión sobre lo que es noticia estará fundamentada más fuertemente en los intereses ideológicos y económicos del medio. La decisión de aceptar las limitaciones y las caracterizaciones de la realidad que realiza un medio es un decisión ética que de ninguna manera debe afectar el compromiso profesional.

¡Como llueve en Capital!

Para quienes hacemos radio en ese otro inmenso lugar de la argentina conocido con el eufemismo de “el interior” debe ser un punto importante a considerar manejar claramente la agenda de las noticias regionales.
Por más que la decisión de la Corte Suprema de Justicia, por ejemplo, tenga en vilo todos los programas de debate nacionales, no podemos por esto obviar que es lo que decidió el Consejo Deliberante de nuestra ciudad.
Con la llegada de las radios AM a los diales de FM a través de la “bajada de señal” que realizan algunas radios locales, se acentúa cada vez más la presencia de noticias nacionales, en desmedro de la información local. Esto aleja fuertemente a las radios de un de sus pilares, que es acercarse a la vida cotidiana de las personas. Pensemos en la situación en la que nos escucha el oyente: puede estar trabajando, en su casa, en el auto. Puede estar viviendo un momento feliz o el peor de su vida. La radio es siempre el telón sonoro de fondo de alguna otra situación. Esa es una gran diferencia con respecto a otros medios como el cine, internet, o el diario, donde el consumidor se predispone a fijar su atención en el mensaje. Al formar parte de la vida cotidiana del oyente, que nos elige para pasar mejor su mañana en el trabajo, o para que lo acompañemos en su auto en un viaje, debemos lograr que se sienta parte de la radio, que encuentre en la radio un espacio para opinar sobre cuestiones que tengan que ver con el desarrollo de su comunidad, de su barrio. Incluso las noticias nacionales deben verse desde este punto de vista, más próximo.
Pero todas estas decisiones (que es noticia, cual será su tratamiento) están atravesadas también con el perfil de oyente que el medio tiene de sí mismo. Ese “oyente ideal” sirve, de alguna manera, para poder establecer intereses, temas y tratamiento de la información.
Entonces el primer paso de la producción informativa en radio es delimitar cuales son los temas que nos interesan. Nuestra “noticia central” (si es que hubiera) puede ser distinta a la que destacan el resto de los medios.
Una vez definidos los temas, la producción debe establecer el tratamiento. Para esto es muy importante recordar dos características del medio radiofónico: la inmediatez del medio y la dispersión del oyente.



La producción informativa determinará cuales son las noticias a desarrollar y como se desarrollaran (“¿qué?” y “¿cómo?”)
Una vez definido el recorte informativo y considerando sus propias limitaciones de producción (fuentes, recursos) el productor de noticias deberá trabajar para llevar la información con la mayor cantidad de riqueza, puntos de vista, claridad y voces posibles.


Estamos transmitiendo en vivo…

Sobre la inmediatez de la radio, tenemos que valorar que este es el medio más ágil y económico para transmitir desde (casi) cualquier lugar en forma directa.
Aprovechar esta característica implica para la producción radiofónica la posibilidad de transmitirle a nuestra audiencia lo que esta sucediendo en el mismo momento que sucede, incluso desde el lugar que sucede.
El énfasis en este punto intenta plantear que el diario no nos sirve como fuente directa de información en la radio. Es un buen recurso para repasar los antecedentes de una noticia e incluso ampliar nuestro conocimiento sobre la misma, pero en radio reproducir información vertida en medios escritos puede conducirnos al error de llevarle a nuestra audiencia noticias que estén desactualizadas.
Imaginemos por ejemplo que un diario titule “Alerta meteorológico para la región”. A la radio no le sirve esta información así, como está. La producción informativa deberá confirmar si el alerta continúa, o si ya fue levantado. También debería hablar con Defensa Civil para llevar a su audiencia la información necesaria para afrontar la emergencia. Como mínima, la producción informativa debería ir hasta la esquina a ver si llueve.
El tratamiento de una noticia teniendo en cuenta la inmediatez del medio radiofónico deberá intentar ofrecer información actualizada. Para esto los recursos con los que cuenta la producción pueden ser varios, y en gran parte están determinados por factores económicos y técnicos del medio: móviles de exteriores, agencias de noticias, consultas telefónicas, también llamados telefónicos de los oyentes y la televisión, sobre todo en los canales que transmiten noticias las veinticuatro horas como TN, Crónica TV, CNN o la BBC.
Imaginemos todos estos recursos funcionando, por ejemplo, durante una elección presidencial. La función de él o los productores será coordinar como los conductores llevan a la audiencia los últimos datos del escrutinio a escala nacional, la opinión de la gente que pueden aportar los movileros. En tanto las agencias de noticias pueden proveernos las declaraciones de los distintos candidatos. Que toda esta información este actualizada y coordinada dependerá del productor.


¿Me escuchó?

El otro punto a tener en cuenta es la dispersión del oyente. Sobre este punto recordamos que la radio es un medio unisensorial, y esto no obliga a llevar la información de manera que la misma resulte atractiva para la audiencia, que se interese por escucharla. Si la producción de noticias es alta, pero la el resultado de la emisión es finalmente un conductor leyendo cables uno tras otro, probablemente el producto final sea una audición aburrida, densa. Y aquí el objetivo no es simplemente agradar por una cuestión estética (que no es menos importante) sino también porque si la audición no es atractiva, quizá la producción informativa no sea valorada, la información que nosotros pretendemos “importante” se pierda en un cúmulo de noticias monocordes.
Para esto, y para evitar el siempre presente riesgo de la verborragia, el productor se debe ocupar en llevar la noticia con la mayor cantidad de elementos con los que cuenta el discurso radiofónico. La palabra será sin duda el elemento preponderante en una audición informativa, pero podemos diversificarla si sobre determinada noticia tenemos la palabra de los protagonistas, de un comentarista, o la opinión de la gente que se comunica con la emisora.
Combinando estos recursos, el productor logrará disminuir la dispersión del oyente. Al oír diferentes voces, nuestro oyente tendrá distintas dimensiones de una misma noticia.
Los ejemplos antagónicos serían por un lado un conductor hablando quince minutos sobre un tema. Es probable que el oyente no recuerde que dijo al principio, y más aún es probable que se aburra. Distinto sería que luego de una introducción de un conductor, se desarrolle una breve entrevista y luego se de paso a la opinión de los oyentes. Lo interesante de esta forma es que estos pasos pueden desarrollarse en distintos momentos de la audición, por lo que no hace falta estar durante quince minutos seguidos con un mismo tema. Esto nos permite retomar el tema (la necesaria redundancia en radio) pero con distintas voces, y a lo largo de toda la audición.


No solo de palabras vive el periodista

Los otros elementos del discurso radiofónico no deben estar ausentes.
La música puede tener una función de complementariedad en el género informativo. En esto deben trabajar coordinados productor y operador o musicalizador. La música bien utilizada puede ser una forma de editorialización.
Los silencios son muy importantes. A veces, ante determinada noticia, es preferible un profundo silencio antes que un comentario obvio. Supongamos que a Bush se le ocurre invadir otro país en Medio Oriente… es muy difícil decir algo novedoso, quizá un silencio sentido puede ser un buen primer comentario sobre el tema…
El elemento más difícil de utilizar en la producción informativa quizá sea los efectos sonoros. En el género informativo nos pueden servir para llevar narratividad a lo informativo. Esto debe ser debidamente planificado, porque dependerá en gran parte del juego que pueda establecer el conductor entre la noticia y el efecto utilizado. Caso contrario, el efecto pasará a ser un “ruido” en la información. En este punto, es necesario recalcar que se debe jugar en la delgada línea de la sutileza, de la sugerencia, para no hacer que nuestra audición informativa pierda credibilidad, salvo que esto este planificado, en complicidad con nuestra audiencia. En gran medida, dependerá de la noticia, para no caer en lo burdo. Si estamos dando la noticia de un atentado, poner efectos de explosiones de fondo lo único que logrará es poner en un mal momento a nuestro conductor…
La utilización de estos recursos en una audición informativa debe tener un sentido, y sobre todo, habrá que evitar abusar de estos recursos. Buscar para cada noticia “el” tema musical desgastará al recurso y también a la audiencia. Lo mismo con los silencios, y mucho más aún con los efectos sonoros.


Apuntes finales para un productor

*La producción informativa también contempla la realización de boletines, panoramas y flashes informativos. También del contenido periodístico de determinados programas. La presencia y profundidad de estos formatos informativos estará determinada por el medio.

*El productor coordina a los periodistas, movileros, comentaristas, editores, musicalizadores y conductores.

*Dos recursos fundamentales para un productor que prevé: la redundancia “planificada” y el anticipo a la audiencia de “lo que vendrá”