viernes, diciembre 22, 2006

Con la tercera parte de estas Variaciones que nos propone Andrea Miglio, cerramos el año 2006.
Volveremos a refrescar este sitio blog allá por febrero de 2007.

Hasta entonces y que el nuevo año traiga todo aquello que nos merezcamos.





…Acompañar-nos en los procesos de construcción de sentido, creando puentes que inauguren vínculos entre oído-cuerpos y el binomio fantástico radio-narrativa constituyen instantes luz.


“El agudo y filoso paisaje sonoro de la ciudad moderna oculta las voces de sus inventores humanos.”
“¿Cómo es estar en silencio... dónde encontrar los reductos de la quietud?”

R. Murray Schafer


Época multimedia. Las tecnologías y los medios se interceptan en convergencias[1], los soportes mudan y se cruzan, nuevas potencialidades surgen de los procesos mediamórficos. Mensajes gráficos, rítmica audiovisual, medio ambiente sónico, códigos binarios y tramas digitales. Los cuerpos devienen imagen inasible, cuerpo – red. La vida como mero link de hipertextualidad[2]. La oralidad[3] en este contexto pregunta cuál es su lugar. No encuentra la ronda, el círculo que la espera decir; el tiempo del devenir hoy es puntual; hasta el espacio se encuentra virtualmente desencajado y ya no se corresponde al aquí y ahora, no es figura ni fondo. Parece anacrónico pensar en ella y sin embargo esta “forma de ser”[4] que es la cartografía virtual, no puede dejar de ser referente. La radio desde sus comienzos gozó de la oralidad, la encendió, la entregó como antorcha en cada posta del camino. Hizo reír, llorar, enseñó y relató. La preparación cultural[5] que dio lugar a esa nueva tecnología de los años ´20 alertó el oído de las audiencias y dio lugar a una escena compartida primero de a dos, luego en familia. Formatos que ostentaban la imaginación y la fantasía para entretener al radioescucha, configuraron a generaciones enteras, que objetivan el recuerdo nostálgico en los rincones de una casa, valor íntimo del espacio interior, del lugar habitado, del refugio onírico.[6] Imágenes que por inasibles en la realidad no son menos densas que la vida en su génesis. Urdimbre compleja que va de lo singular a lo particular, de lo molecular a lo molar. Espirales de historia que devuelven nuevas lecturas en su infinito recorrido. Eso es la ficción. La magia de contar… “La palabra oral es fundante…La oralidad tiene que ver con nuestra intimidad. Es más: con nuestra corporeidad…El fenómeno radiofónico está repleto de Ensoñación que es una manera de soñar con los ojos abiertos.”[7] Voz, palabra, cuerpo…caleidoscopio sonoro, visual-gestual, táctil…dispositivo lúdico que estalla en un discurrir sensorial único. Instantánea insondable y mística que reúne a unos en vínculo vibrátil con otros. Cartografías corporales que constituyen audiencia, cuerpos grupales y cuerpos individuales que escuchan decir, resuenan, modelan, re escriben y resignifican…y en su avidez por continuar tejiendo la trama preguntan: ¿cómo volver a una radio narradora de historias hoy, que se encuentra casi desnuda de su vieja vocación de reunir en torno de sí, casi deshabitada de retóricas ficcionales, de expresividades y de estéticas narrativas?


Notas:
[1] Fidler, Roger: Mediamorfosis. Comprender los nuevos medios. Ed. Granica. Buenos Aires, 1997.
[2] Landow, George: Hipertexto: la convergencia de la teoría crítica contemporánea y la tecnología. Ed Paidós. Barcelona, 1995.
[3] Levy, Pierre: Sobre las escrituras y las formas del tiempo.
[4] Levy, Pierre: ¿Qué es lo virtual? Ed. Paidós. 1999.
[5] Lewis, Mumford: Técnica y civilización. Ed. Alianza. Madrid, 1992.
[6] Bachelard, Gastón: La poética del espacio. Ed. Fondo de Cultura Económica. 1965.
[7] Bosetti, Oscar: Oralidad y Lenguaje radiofónico. Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de Entre Ríos. En [ http://www.fcedu.uner.edu.ar/clm/bosetti.html]

jueves, diciembre 14, 2006

…¿Y cómo deviene lo sonoro cuerpo, experiencia, augurio, fiesta?






















“El cuerpo no es una cosa, una sustancia o un organismo, sino una red plástica contingente e inestable de fuerzas sensoriales, motrices y pulsionales, o mejor aún, una banda espectral de intensidades energéticas, acondicionada y dirigida por un doble imaginario: el imaginario social y el imaginario individual”.
...

A. Le Bretón.



Los espacios áulicos visten cuerpos dóciles, sobreexigidos, contrariados. Superficies de baldosas desnudas que no se exploran. Rincones que no se habitan porque se desconocen. Entonces ¿cómo guiar y hacer consciente un registro corporal en estado de arte, de creatividad cuando no se produce la apropiación del espacio común?.

Si las prácticas cotidianas aparecen vacías de contenido; si la oralidad se devela pobre e imprecisa; si la voz se desenhebra de un cuerpo rígido, ignorado, ¿cuáles son los mecanismos de frustración que operan en la instancia producción-creación?. ¿Cómo desbloquearlos y devolverle imaginación, conexión, deseo?.

Nuestro cuerpo-territorio experimenta una relación estrecha con el paisaje cotidiano: “los accidentes geográficos...valles, montañas, desiertos, así como temperaturas, climas, van trazando una trama íntima entre cuerpo y territorio”. En nuestro mapa fantasmático - representación que cada uno hace de su propio cuerpo - “pasado, presente y futuro transitan en recuerdos, sensaciones que adquieren dimensión, forma, color...el cuerpo que el mapa revela cabalga entre la materialidad corporal, anatómica, biológica y las fantasías depositadas en él”.
[1] ¿De qué tramas habla nuestro cuerpo-territorio? ¿De qué expectativas se conforma nuestro mapa fantasmático? ¿En qué medida dejamos participar a nuestra cartografía de una mucho más amplia que constituye un todo?.

Nuestro cuerpo-texto continúa hilvanando trajes, desfilando las máscaras que la vida en sociedad premodela y a través de las cuales aparecen algunos de nuestros personajes y, "adecuados" al ámbito, salimos a escena. "Nuestras corazas corporales defienden en la medida de que ocultan bien"
[2]. Pero ¿qué se enmascara en este proceso y que se revela tras el ocultamiento?.

Nuestro cuerpo-ser sonoro “se hace audible en la calidad significante de la voz en su altura, fuerza y timbre; tiene la cualidad de mostrar a quien la porta, es su marca de identidad, no hay dos voces con el mismo timbre, con el mismo color…El timbre está determinado por la particular arquitectura de las cajas de resonancia; pero se moldean sus matices a través del baño sonoro que proporcionan los paisajes sonoros familiares con los afectos adheridos a ellas.”
[3]¿Y qué mundos nunca despiertan cuando una voz calla?.

Cuerpo-territorio, cuerpo-texto, cuerpo-ser sonoro…. Acompañar-nos en los procesos de construcción de sentido, creando puentes que inauguren vínculos entre oído-cuerpos y el binomio fantástico radio-narrativa constituyen instantes luz.

“En el encuentro de los cuerpos de maestro y alumno, sobrevuelan otros cuerpos, que tejen novelas, fabulan, motivan, bloquean, proveen estilos de aprendizaje, recursos para la vida (padres, compañeros, maestros, personajes de libros, personas imaginarias, reales). También entre esos cuerpos recalan ritornelos organizadores (hábitat, horarios, luminosidad, acústica, biorritmos, olores). Conjunto amplio de diversidades que afectan el proceso pedagógico y lo hacen acontecimiento, sólo inteligible como paisaje”.
[4]


El aula deviene experiencia de radio; la radio, espacio de autorrealización.
Una didáctica de los medios hacia una pedagogía sensible se nutre con una formación profesional abordada desde una estrategia lúdica, holística, afectiva y sensorial. El Homo Ludens
[5] se acerca a una visión de mundo a través del juego, fenómeno que da génesis y desarrollo a la cultura y que es tan importante como lo es la reflexión en el Homo Sapiens o el trabajo en el Homo Faber. Ese “como si”, rol que se asume al jugar, libera mundos interiores, crea nuevas reglas. Es una función llena de sentido.

Mario Kaplún retomando a Freud dice “ por ser un medio auditivo la radio es más propicia a la palabra - emoción que a la palabra concepto...Un concepto, una idea, puede vehicularse mejor por radio si se la enmarca en una dinámica afectiva, cálida, vivencial, que establezca una comunicación personal con el oyente y le haga sentir la emisión.”
[6] Esto en el camino hacia una pedagogía radiofónica insta a poner en juego todos los elementos del discurso radiofónico, a exprimir la riqueza de cada formato, a apelar a la narrativa como esa otra forma de decir, urdimbre compleja, espiral dialéctica, y así estrechar la relación de la práctica de formación áulica con la praxis concreta y cotidiana como productores del medio.

Lo radiofónico “tiene cuerpo”. El cuerpo cruza nuestras prácticas áulicas:
- redescubrir el cuerpo en el aula
- relacionar oralidad – corporeidad, creatividad – expresividad
- propiciar espacios que estimulen la sensación del cuerpo en estado de arte
- descubrir en el “cuerpo textual” de la ficción los tres anclajes que dan figurabilidad a un acontecimiento - escena, gesto y máscara y los andamiajes
[7] que en su entramado enlazan.

Estas propuestas constituyen al menos algunos de los puntos nodales de una cartografía extensa y abierta, que nos invita a recorrerla juntos para pensarlos en la creación-producción radiofónica. La escena que alberga la representación ancla en espacio y tiempo; el gesto, que como escritura corporal plantea el desafío de trasladarlo al plano de lo sonoro; y la máscara que aparece en radio en íntima relación con la voz, la persona, el personaje (del latín per-sonnare). La singularidad propia de la imagen acústica nos ofrece el trabajar profundamente estos conceptos según la naturaleza del medio.

“La radio dentro de la educación no formal, tiene el poder anticipatorio de convertir la creatividad en un derecho” entendiendo como “Paul Valéry a la educación como el más hermoso esfuerzo de los hombres que consiste en cambiar su desorden en orden y la posibilidad en poder”
[8]. Esgrimir este derecho y trabajar por él con compromiso implica antes haberlo descubierto en los espacios que la educación formal nos abre desde pequeños en la síntesis esencial que ofrece el “enseñaje: concepto que denomina un proceso por el cual un alumno aprende a aprender y un maestro aprende a enseñar, en una espiral dialéctica en la que ambos aprenden a pensar y comprender el fenómeno que los envuelve.”[9]. Esto es tan válido en la experiencia áulica como en la interacción que se da con el oyente, a través de la radio.

Dado que “las necesidades de los seres humanos se confunden con las necesidades de los mercados de trabajo, de las modas, de los modelos culturales, mezcladas con las exigencias de los grupos de pertenencia y referencia, a las que se suma la de los grupos internos”
[10], el desafío es repensar-nos y ser cuerpo en un espacio atravesado por las resistencias que generan las relaciones asimétricas. Darnos y darle al cuerpo grupal la posibilidad de volver a las sensaciones y experimentar modos de ser y modos de hacer en el cuerpo. La persona es su cuerpo, pero también su mente y sus vínculos.
Y en esas búsquedas Jaime Barylco se nos ofrece como norte diciendo: “La educación desde hace unos años me quita el sueño. Tras mucho pensar me estoy dando cuenta de que lo que más falta nos hace hoy es devolverle a la educación el sueño, la capacidad onírica, la dimensión de todas las otras dimensiones que es el hombre”.




NOTAS:

[1] Matoso, Elina: El cuerpo, territorio escénico. Ed. Paidós, Buenos Aires, 1996.
[2] Kesselman, Susana: Dinámica corporal. Ed. Cinco, Buenos Aires, 1991.
[3] Romanutti, Clelia: El cuerpo, un ser sonoro: los colores de la voz. Libro de resúmenes y abstracts del VI Congreso Argentino del Color – Argencolor 2002, realizado en Rosario. Grupo Argentino del Color FADU-UBA, Buenos Aires, 2002.
[4] Kesselman, Susana y Hemsy de Gainza, Violeta: Música y eutonía. El cuerpo en estado de arte. Ed. Lumen, Buenos Aires, 2003.
[5] Huizinga, Johan: Homo Ludens. Ed. Emecé, 1954.
[6] Kaplún, Mario: Producción de programas de radio. El guión – La realización. Colección Intiyán, CIESPAL. Quito, 1978.
[7] Matoso, Elina: El cuerpo territorio de la imagen Ed. Letra viva - Instituto de la máscara, Buenos Aires, 2003.
[8] Gascón Baquero, Ma. Cármen: La radio en la educación no formal. Barcelona, España, 1991.
[9] Pichón Rivière, Enrique: Una nueva problemática para la psiquiatría, en Kesselman, Susana - Hemsy de Gainza, Violeta, op.cit.
[10] Kesselman, Susana: El pensamiento corporal. Ed. Paidós, Buenos Aires, 1994.

lunes, noviembre 20, 2006

Graduada en la Universidad Nacional de Rosario, Andrea Miglio llegó a la Patagonia hace un par de años y muy pronto se integró como auxiliar docente en nuestra Area Radiofónica.
A continuación publicamos la primera parte de un sugerente texto suyo.


“Devenir es construirse nuevas alternativas
de vida en el cuerpo y fabricarse melodías
que permitan seguir novelando existencias
posibles.”

Susana Kesselman

Marshall Mc Luhan plantea una “reacomodación de nuestros sentidos”[1] asociada a la aparición de una nueva tecnología. Otras percepciones que demandan adaptaciones sensoriales son motivadas influyendo sobre modos ya conocidos, hábitos inculcados y hasta a veces adquiridos por ósmosis. ¿Pero qué ocurre cuando la tecnología que se analiza no es nueva sino que se la piensa nueva?

La radio, hasta no hace mucho tiempo abordada como medio unisensorial, muestra matices de multisensorialidad de acuerdo con las producciones plausibles de ser realizadas en la cautivante exploración expresiva del medio. Estas estimulantes formas de decir que relevan elementos del lenguaje radiofónico y los anclan a cartografías corporales que constituyen audiencia, requieren nexo, puente que inaugure vínculos entre estos oído-cuerpos y el mensaje producido.

El “oyente modelo”
[2] ahora se construye con hilos de subjetividades[3] sueltas, heterogéneas, múltiples. Cuerpo sensible donde la sinestesia[4] devuelve a la luz los espacios oscuros de una novela sensorial ajustada a parámetros estereotipados. Y esos sentidos “que tienen prejuicios porque son viejos y están atrofiados”[5] asoman sedientos. ¿Y qué encuentran? ¿En qué contexto se inscriben?.

Las estéticas contemporáneas que sustentan el remozado tratamiento de los formatos radiofónicos toman de diferentes lenguajes artísticos pinceladas e imágenes, movimiento, ritmos y armonías. Códigos que son génesis de una poética del sonido que despliega en torno a él un abanico de lecturas y construcciones de estas piezas radiofónicas. En este eje Oído – Cuerpo – Radio, las estrategias del emisor y del receptor se reinventan en cada entrega. En este eje Oído – Cuerpo – Radio, la ficción se revela.

“No se escriben ficciones para eludir, por inmadurez o irresponsabilidad, los rigores que exige el tratamiento de la verdad, sino justamente para poner en evidencia el carácter complejo de la situación, carácter complejo del que el tratamiento limitado a lo verificable implica una reducción abusiva y un empobrecimiento. Al dar un salto hacia lo inverificable, la ficción multiplica al infinito las posibilidades de tratamiento”.
[6]

Hacer cotidiana una ficción radiofónica dotada de máximas de expresividad que requieren de nuevas colaboraciones por parte del oyente, necesita también ser circunscripta a contextos de acompañamiento que sugieran, una pedagogía sensible que desde una lógica rizomática
[7] estimule la búsqueda y reconocimiento de nuevos umbrales perceptivos, cognoscitivos y sensoriales. Este atravesamiento pone énfasis en “las nuevas pedagogías organizadas en la consideración de la inteligencia sensorial, que investigan el vínculo maestro-alumno como fenómeno maquínico…Se trata de despertar en el cuerpo del alumno la sensibilidad para acoger los conceptos, hacerlos propios y transformarlos.”[8]

Llevada al ámbito de la producción en radio, esta idea instala nuevos desafíos al comunicador-productor, por ejercer un rol necesariamente involucrado con la comunicación afectiva
[9]. Un rol que de fuerza a este binomio fantástico[10] narrativa-cuerpo implicando en el proceso creativo su propia corporeidad, a veces no invitada, a veces ausente. Desde esta cosmovisión todo cuerpo se afecta por emociones, recuerdos, vibraciones, resonancias. Y de allí la pregunta: ¿cómo deviene lo sonoro cuerpo, experiencia, augurio, fiesta?

Continuará

NOTAS:

[1] Mc Luhan, Marshall: La Galaxia Gutemberg. Ed. Planeta Agostini, Barcelona, 1985.

[2] Eco, Umberto: Lector in fabula. Ed. Lúmen, Barcelona, 1993.

[3] Guatarí, Félix: Caósmosis. Ed. Manantial, Buenos Aires, 1996.

[4] Haye, Ricardo: El arte Radiofónico. Ed. La Crujía, Buenos Aires, 2004.

[5] Martínez Estrada, en Haye, Ricardo: El arte Radiofónico. Ed. La Crujía, Buenos Aires, 2004.

[6] Saer, Juan José: “El concepto de ficción” en http://www.literatura.org

[7] Deleuze, Gilles - Guatarí, Félix: Rizoma. Ed. Premia Editora, México, 1983.

[8] Kesselman, Susana y Hemsy de Gainza, Violeta: Música y eutonía. El cuerpo en estado de arte. Ed. Lumen, Buenos Aires, 2003.

[9] Kaplún, Mario: Producción de programas de radio. El guión – La realización. Ed. CIESPAL, Quito, 1978.

[10] Rodari, Gianni: La gramática de la fantasía. Ed. Colihue, Buenos Aires, 2004.


sábado, noviembre 11, 2006

Continuamos publicando colaboraciones de nuestros estudiantes.
El texto siguiente fue producido por Matías Pordomingo, quien se desempeñó como Ayudante Alumno en nuestra Area Radiofónica.


¿Qué es la producción informativa en radio?

Los hechos, las cosas, pasan. Son noticia en la medida que ocupan una porción de la realidad discriminada por los medios de comunicación masiva.
Hacemos esta distinción preliminar para acercarnos a la idea de producción informativa.
Lo que para algunos medios es noticia puede no serlo para otros, y también el tratamiento que se le dé en cada medio será distinto.
Depende de las características y/o los intereses del medio, un comunicado de prensa que denuncie la contaminación ambiental de la Empresa X puede terminar en la nada o puede ser lo que movilice a toda una redacción a buscar opiniones de expertos, la respuesta de la Empresa X, y también a ofrecer a su audiencia la posibilidad de conocer que impacto tendría esta contaminación en su vida cotidiana.
Lo anterior se refiere a la discriminación realizada sobre insumos o fuentes primarias, como un comunicado de prensa o un llamado telefónico. Pero ¿qué pasa con la información que dan los otros medios de comunicación con relación a la radio en la que vos estás trabajando? Aquí, la elección sobre lo que es y no noticia debe ser especialmente consciente (sobre todo en una época en la que algunos medios parecen ser quienes manejan en gran medida las agendas de los diversos poderes públicos)
Aquí tenemos un primer elemento que determina la producción informativa: el medio.
Según los intereses, el medio hará un primer recorte: que es noticia y que no lo es. Esto estará fundamentalmente ligado a los intereses del medio. Una radio evangelista, por ejemplo, limitará su producción informativa en reiterar los horarios de reunión en el templo. Una radio dedicada exclusivamente a la difusión de rock nacional privilegiará información referida a este género musical. Aunque en estos ejemplos el género informativo tendrá obviamente menos presencia que el de opinión o el expresivo, su presencia, su calidad y su profundidad implican igualmente producción informativa.
En las radios generalistas de mayor producción informativa que en los ejemplos anteriores, la decisión sobre lo que es noticia estará fundamentada más fuertemente en los intereses ideológicos y económicos del medio. La decisión de aceptar las limitaciones y las caracterizaciones de la realidad que realiza un medio es un decisión ética que de ninguna manera debe afectar el compromiso profesional.

¡Como llueve en Capital!

Para quienes hacemos radio en ese otro inmenso lugar de la argentina conocido con el eufemismo de “el interior” debe ser un punto importante a considerar manejar claramente la agenda de las noticias regionales.
Por más que la decisión de la Corte Suprema de Justicia, por ejemplo, tenga en vilo todos los programas de debate nacionales, no podemos por esto obviar que es lo que decidió el Consejo Deliberante de nuestra ciudad.
Con la llegada de las radios AM a los diales de FM a través de la “bajada de señal” que realizan algunas radios locales, se acentúa cada vez más la presencia de noticias nacionales, en desmedro de la información local. Esto aleja fuertemente a las radios de un de sus pilares, que es acercarse a la vida cotidiana de las personas. Pensemos en la situación en la que nos escucha el oyente: puede estar trabajando, en su casa, en el auto. Puede estar viviendo un momento feliz o el peor de su vida. La radio es siempre el telón sonoro de fondo de alguna otra situación. Esa es una gran diferencia con respecto a otros medios como el cine, internet, o el diario, donde el consumidor se predispone a fijar su atención en el mensaje. Al formar parte de la vida cotidiana del oyente, que nos elige para pasar mejor su mañana en el trabajo, o para que lo acompañemos en su auto en un viaje, debemos lograr que se sienta parte de la radio, que encuentre en la radio un espacio para opinar sobre cuestiones que tengan que ver con el desarrollo de su comunidad, de su barrio. Incluso las noticias nacionales deben verse desde este punto de vista, más próximo.
Pero todas estas decisiones (que es noticia, cual será su tratamiento) están atravesadas también con el perfil de oyente que el medio tiene de sí mismo. Ese “oyente ideal” sirve, de alguna manera, para poder establecer intereses, temas y tratamiento de la información.
Entonces el primer paso de la producción informativa en radio es delimitar cuales son los temas que nos interesan. Nuestra “noticia central” (si es que hubiera) puede ser distinta a la que destacan el resto de los medios.
Una vez definidos los temas, la producción debe establecer el tratamiento. Para esto es muy importante recordar dos características del medio radiofónico: la inmediatez del medio y la dispersión del oyente.



La producción informativa determinará cuales son las noticias a desarrollar y como se desarrollaran (“¿qué?” y “¿cómo?”)
Una vez definido el recorte informativo y considerando sus propias limitaciones de producción (fuentes, recursos) el productor de noticias deberá trabajar para llevar la información con la mayor cantidad de riqueza, puntos de vista, claridad y voces posibles.


Estamos transmitiendo en vivo…

Sobre la inmediatez de la radio, tenemos que valorar que este es el medio más ágil y económico para transmitir desde (casi) cualquier lugar en forma directa.
Aprovechar esta característica implica para la producción radiofónica la posibilidad de transmitirle a nuestra audiencia lo que esta sucediendo en el mismo momento que sucede, incluso desde el lugar que sucede.
El énfasis en este punto intenta plantear que el diario no nos sirve como fuente directa de información en la radio. Es un buen recurso para repasar los antecedentes de una noticia e incluso ampliar nuestro conocimiento sobre la misma, pero en radio reproducir información vertida en medios escritos puede conducirnos al error de llevarle a nuestra audiencia noticias que estén desactualizadas.
Imaginemos por ejemplo que un diario titule “Alerta meteorológico para la región”. A la radio no le sirve esta información así, como está. La producción informativa deberá confirmar si el alerta continúa, o si ya fue levantado. También debería hablar con Defensa Civil para llevar a su audiencia la información necesaria para afrontar la emergencia. Como mínima, la producción informativa debería ir hasta la esquina a ver si llueve.
El tratamiento de una noticia teniendo en cuenta la inmediatez del medio radiofónico deberá intentar ofrecer información actualizada. Para esto los recursos con los que cuenta la producción pueden ser varios, y en gran parte están determinados por factores económicos y técnicos del medio: móviles de exteriores, agencias de noticias, consultas telefónicas, también llamados telefónicos de los oyentes y la televisión, sobre todo en los canales que transmiten noticias las veinticuatro horas como TN, Crónica TV, CNN o la BBC.
Imaginemos todos estos recursos funcionando, por ejemplo, durante una elección presidencial. La función de él o los productores será coordinar como los conductores llevan a la audiencia los últimos datos del escrutinio a escala nacional, la opinión de la gente que pueden aportar los movileros. En tanto las agencias de noticias pueden proveernos las declaraciones de los distintos candidatos. Que toda esta información este actualizada y coordinada dependerá del productor.


¿Me escuchó?

El otro punto a tener en cuenta es la dispersión del oyente. Sobre este punto recordamos que la radio es un medio unisensorial, y esto no obliga a llevar la información de manera que la misma resulte atractiva para la audiencia, que se interese por escucharla. Si la producción de noticias es alta, pero la el resultado de la emisión es finalmente un conductor leyendo cables uno tras otro, probablemente el producto final sea una audición aburrida, densa. Y aquí el objetivo no es simplemente agradar por una cuestión estética (que no es menos importante) sino también porque si la audición no es atractiva, quizá la producción informativa no sea valorada, la información que nosotros pretendemos “importante” se pierda en un cúmulo de noticias monocordes.
Para esto, y para evitar el siempre presente riesgo de la verborragia, el productor se debe ocupar en llevar la noticia con la mayor cantidad de elementos con los que cuenta el discurso radiofónico. La palabra será sin duda el elemento preponderante en una audición informativa, pero podemos diversificarla si sobre determinada noticia tenemos la palabra de los protagonistas, de un comentarista, o la opinión de la gente que se comunica con la emisora.
Combinando estos recursos, el productor logrará disminuir la dispersión del oyente. Al oír diferentes voces, nuestro oyente tendrá distintas dimensiones de una misma noticia.
Los ejemplos antagónicos serían por un lado un conductor hablando quince minutos sobre un tema. Es probable que el oyente no recuerde que dijo al principio, y más aún es probable que se aburra. Distinto sería que luego de una introducción de un conductor, se desarrolle una breve entrevista y luego se de paso a la opinión de los oyentes. Lo interesante de esta forma es que estos pasos pueden desarrollarse en distintos momentos de la audición, por lo que no hace falta estar durante quince minutos seguidos con un mismo tema. Esto nos permite retomar el tema (la necesaria redundancia en radio) pero con distintas voces, y a lo largo de toda la audición.


No solo de palabras vive el periodista

Los otros elementos del discurso radiofónico no deben estar ausentes.
La música puede tener una función de complementariedad en el género informativo. En esto deben trabajar coordinados productor y operador o musicalizador. La música bien utilizada puede ser una forma de editorialización.
Los silencios son muy importantes. A veces, ante determinada noticia, es preferible un profundo silencio antes que un comentario obvio. Supongamos que a Bush se le ocurre invadir otro país en Medio Oriente… es muy difícil decir algo novedoso, quizá un silencio sentido puede ser un buen primer comentario sobre el tema…
El elemento más difícil de utilizar en la producción informativa quizá sea los efectos sonoros. En el género informativo nos pueden servir para llevar narratividad a lo informativo. Esto debe ser debidamente planificado, porque dependerá en gran parte del juego que pueda establecer el conductor entre la noticia y el efecto utilizado. Caso contrario, el efecto pasará a ser un “ruido” en la información. En este punto, es necesario recalcar que se debe jugar en la delgada línea de la sutileza, de la sugerencia, para no hacer que nuestra audición informativa pierda credibilidad, salvo que esto este planificado, en complicidad con nuestra audiencia. En gran medida, dependerá de la noticia, para no caer en lo burdo. Si estamos dando la noticia de un atentado, poner efectos de explosiones de fondo lo único que logrará es poner en un mal momento a nuestro conductor…
La utilización de estos recursos en una audición informativa debe tener un sentido, y sobre todo, habrá que evitar abusar de estos recursos. Buscar para cada noticia “el” tema musical desgastará al recurso y también a la audiencia. Lo mismo con los silencios, y mucho más aún con los efectos sonoros.


Apuntes finales para un productor

*La producción informativa también contempla la realización de boletines, panoramas y flashes informativos. También del contenido periodístico de determinados programas. La presencia y profundidad de estos formatos informativos estará determinada por el medio.

*El productor coordina a los periodistas, movileros, comentaristas, editores, musicalizadores y conductores.

*Dos recursos fundamentales para un productor que prevé: la redundancia “planificada” y el anticipo a la audiencia de “lo que vendrá”

martes, octubre 24, 2006


Además de sus labores docentes en nuestra Area Radiofónica, Omar González desarrolla tareas que lo han convertido en un especialista en el tema del periodismo agrario.
Como si eso fuera poco, nuestra región es pionera en el acompañamiento de la radio a los productores frutícolas en esa época del año en que una madrugada puede echar por tierra el trabajo de todo un año.
Ambas razones justifican que incluyamos este artículo acerca de una las posibilidades de servicio más claras que despliega el medio que es nuestro objeto de estudio.

Ante las temperaturas bajo cero... ¡sintonice la radio!

Los productores y las productoras frutícolas de los valles irrigados de Río Negro y Neuquén saben que con la primavera de cada año, viene de la mano una gran enemiga del sector.
Aparece por las noches, y en solo algunos minutos puede dar por tierra con el esfuerzo de todo un año. No es ningún ente del más allá, ni tampoco es alguna plaga bíblica noctámbula. Se trata de las denominadas heladas tardías o heladas primaverales, las cuales amenazan cada año con "quemar" todo un monte frutal si no se toman ciertos recaudos. El panorama se podría resumir de la siguiente manera: si no se ejecuta algún método de defensa la producción se podría perder totalmente.
Durante mucho tiempo, se utilizaron mecanismos que dañaban profundamente el medio ambiente, como por ejemplo la quema de neumáticos. A medida que se fue tomando conciencia de los perjuicios que los mismos causaban a la biodiversidad y, por ende, a la comercialización de la fruta, se fueron implementando alternativas más sustentables y eficaces como por ejemplo el riesgo por aspersión durante toda la noche.


...Y apareció la radio
Pero a finales de los años 80 se agregó un nuevo ingrediente a este complejo panorama. En 1989, en medio de una charla que tuvo el locutor y periodista agrario patagónico Raúl Feragut con un productor primario surgió la idea de hacer un programa radiofónico que respaldara el esfuerzo que los fruticultores hacen cada temporada para cuidar su producción.
"Fue tras hablar con un productor que surgió instantáneamente la idea hacer un programa que pudiera mantener comunicado a toda la zona sobre lo que iba pasando con la temperatura", dice Raúl, quien además es hijo
de productores y ha vivido la adrenalina que se produce al saber que si no se toman algunas determinaciones en la chacra, o se hacen mal, es posible que se pierdan todos los frutos.
El programa se denominó Al pie del termómetro y sirvió de modelo de otros programas con características similares que se hacen en la zona. En la actualidad continúa emitiéndose en el lugar que lo vio nacer, es decir, en la radio de modulación de amplitud de la ciudad de Cipolletti.
"El primer año estaba solo en el estudio, con el micrófono abierto constantemente; el sereno de la planta de transmisión de la emisora sabía sólo mover una perilla con la que sacaba del aire lo que llegaba vía satélite desde Buenos Aires y me habilitaba a mi cada media hora para que repasara los valores de temperaturas", recuerda el periodista.

La audiencia
En un primer momento los datos meteorológicos eran informados por algunos productores y serenos de plantas de empaque, pero después de la primera helada se formó una red de aproximadamente 100 personas, la misma cantidad que actualmente se ocupa de brindar los datos desde San Patricio del Chañar -en el oeste de Neuquén- hasta el Valle Medio de Río Negro. Pero no solo eso. "También tenemos llamadas desde el Valle de Uco en Mendoza porque para ellos es una referencia lo que pasa en el Alto Valle", describe orgulloso Ferragut.
Los días de heladas, Al pie del termómetro recibe durante toda la trasmisión que va de 0 a 6 de la mañana alrededor de 400 llamadas de oyentes que brindan los datos del tiempo en sus respectivos lugares. Además "van contando lo que sucede en su propio predio y las acciones que van realizando, es decir, si prendieron los calefactores o si encendieron el riego".
Hay que tener presente –asegura el conductor del programa- que una misma chacra puede tener variaciones de hasta 4 grados centígrados en diferentes puntos del predio, por lo cual mientras más información exista, mejor.

Servicio y compañía
A lo largo de la región se toman como referencia 20 registros testigos que son valores que los productores tomarán a su vez como orientadores de que pudiera suceder en su monte frutal. "Muchos tienen bien en claro qué grados de diferencia de temperatura pueden haber entre este dato testigo y lo que esté pasando en su chacra", explica Ferragut.
Como se puede inferir, los productores escuchan la radio para poder organizarse. Como cuenta el periodista agrario, hay que tener en cuenta que a veces el período de heladas dura varios días seguidos. "Por esa razón duermen por algunas horas, se despiertan, escuchan la radio y de acuerdo a la información que damos nosotros ya saben qué panorama les espera: podrán seguir descansando algunas horas más o tendrán que salir rápidamente a poner en funcionamiento los métodos de defensa", detalla.
La idea es poder conservar las energías. Y la radio siempre está allí.

Con o sin heladas
Los días en que no hay heladas el programa sigue el esquema tradicional de la trasnoche. Es decir, se emiten diferentes estilos musicales, informaciones generales y diversos formatos radiofónicos.
Los días que hay heladas la cosa cambia. "Sabemos que allí debe plasmarse verdaderamente la noción de servicio y de compañía que tiene la comunicación radiofónica", nos dice Raúl.
Después de una helada, el programa se llena de voces de productores y productoras contando si han podido ganarle a las bajas temperaturas o si han sido presas de las mismas. Son los mismos actores que cuentan a qué hora comenzó y cuánto duró la helada, cómo defendió su producción y, en el peor caso, cuál ha sido el daño que le provocó.


Compromiso
"Esta es nuestra responsabilidad como comunicadores, sentimos que hacemos algo que nuestra gente necesita", asegura Raúl Ferragut. Así de claro y de franco. Con el compromiso asumido desde hace muchos años para con "la gran familia frutícola" como la suele denominar.


Raúl Ferragut es hijo y nieto de productores. Nació en el Alto Valle y cuenta que desde que tiene uso de razón está "relacionado con la fruticultura".
Estudió periodismo en el Circulo de la Prensa y se matriculó de Locutor Nacional en el Colegio Salesiano (COSAL) en Buenos Ares. Es conductor de programas radiofónicos y televisivos agrarios que se emiten en la norpatagonia, entre los que se pueden mencionar Al pie del termómetro, Frutos de nuestra tierra y Neuquén tierra fértil, entre otros.
Es socio fundador y actual Presidente de la Asociación de Periodistas Agrarios Patagónicos (APAP).


Omar González
Área de Comunicación FunBaPa
02941 - 15654901

domingo, octubre 15, 2006


Completamos la ficha acerca de la radio y la función de dinamización social con la segunda parte del texto de nuestro estudiante Diego Dattoli.



EL TRIUNFO DE LA PARTICULARIDAD SOBRE LA GENERALIDAD

Otros medios de comunicación dan una excesiva relevancia a las estadísticas y datos que circundan a un hecho, cuando se trata de armar la noticia. Sobre esa decisión desdeñan la subjetividad. Según esos medios la subjetividad no sirve para construir la realidad. Bajo su óptica, la subjetividad está más cerca de distorsionar la realidad que de comprenderla. Sin embargo, la radio involucra la visión personal dentro de su discurso. La subjetividad puede mostrar lo que le falta al mundo para mejorar y de ese modo completar la función informativa, circunscripta a lo que pasa. Lejos de abusar de adjetivos y calificaciones directas, la radio puede utilizar comparaciones, metáforas y descripciones exquisitas en el relato de sus noticias. Cuando combina el discurso periodístico con el literario la radio humaniza su función informativa y logra que ésta dé algo más que datos. Sí, logra que dé placer y reflexión. Tan difíciles de emparentar como un alfiler y un globo. Al no ver números ni estadísticas, el oyente se sumerge en las descripciones del relato y se siente parte del mismo. Con el discurso en primera y segunda persona la radio consigue que el oyente no vea un hecho aislado, sino un mundo que le acepta y le es propio. Otro elemento importante es el contraste: mostrar lo mejor y lo peor al mismo tiempo. Al respecto, la radio funciona muy bien a veces. Puede describir los índices de la pobreza desde el desesperado testimonio de un paria hasta el frío informe de un ministro de economía. La función de los contrastes no es otra más que tejer sentimientos, reflexiones, críticas y conclusiones. Los contrastes son fundamentales para el segundo paso de la dinamización social: que la sociedad debata y analice su propia realidad. Tal situación depende de un tercer factor que viene después de la invisibilidad y la proximidad, ambos uncidos por la emotividad. Un tercer factor al que modestamente llamo inspiración; producida, desde ya, por la propia creatividad e ingenio del medio.

La radio necesita que el oyente piense ¨ esto puede pasarme a mí ¨ Para eso es necesario que incluya la vida cotidiana dentro del armado de la noticia. En general otros medios componen su agenda periodística de acuerdo a la magnitud del pecho. En términos publicables, el hecho debe contar con la participación del presidente tal, haberse votado ley x o muerto x cantidad de personas en un accidente de avión. Lo común, como ya dijimos, es intrascendente y desechable para algunos medios masivos. Sin embargo, la radio no debe quedar inmersa en esa boga. Al contrario, la radio puede embellecer hechos comunes y hacerlos interesantes. Mientras se empeñe en trabajar en la presentación, es muy posible hacerlo. El cómo decir la noticia debe ser tan importante como él qué. Hay noticia en un barrendero público, hay noticia en un niño que juega solo en la plaza. Cuando la radio inserta esos acontecimientos comunes el oyente se siente identificado, pero, sobre todo, se siente escuchado, respetado y valorado. Tenido en cuenta. La radio es una amiga y sabe comprenderlo. Por esta inclusión de lo cotidiano en la agenda de noticias, la radio, sin duda, ha conseguido un acercamiento más profundo que otros medios de comunicación. Veamos algunos ejemplos ficticios: por ejemplo se habla del aumento de desempleo. La radio, en vez de poner solo una grilla de estadísticas provincia por provincia, complementa ese cuadro con el testimonio de un padre desocupado que vive con su familia en unos trenes abandonados. Se habla de ventas de drogas y a las cifras de los millones vendidos se le agrega el relato de un ex adicto, qué venció su adicción con la práctica de un deporte. La falta de comunicación entre padres e hijos puede alternar la opinión de un psicólogo, con fragmentos de la canción ¨ Barquito de Papel ¨ de Joan Manuel Serrat

Una vez que la radio relaciona el hecho con lo cotidiano, se rompe la barrera entre emisor y receptor. Ambos están unidos. Para eso la radio debe vincular lo general con lo particular. Romper la linealidad del mensaje y crear un círculo mágico con el oyente. Si la radio no relaciona la particularidad con la generalidad, la radio estará lejos de aplicar esa magia que hace de la realidad un fenómeno deseable.

CONCLUSIONES FINALES

Tras esta explicación de funciones y relaciones entre polos antagónicos como la información y el afecto, la generalidad y la particularidad, podemos tener un atisbo sobre una de las tantas montañas que hilvana el río del universo radiofónico. Como todo buen pescador hay que saber esperar. Hay una carnada de información y crítica social para los días soleados. Hay otra carnada de entretenimiento y fascinación lírica para los días lluviosos y ventosos. Humor para cuando las aguas son turbulentas y nostalgia para cuando hace mucho tiempo que no llueve sobre nuestros campos. Una de las montañas es saber combinar polos antagónicos: razón/remoción, seriedad/entretenimiento, realidad/fantasía, objetividad/subjetividad. Combinar todos esos universos- aparentemente dispares pero en realidad muy aplicables- en un mismo espacio radiofónico.
La labor periodística es la caña. Muestra la realidad y ayuda a que la comunidad tome consciencia de la misma. Sin embargo, toda caña necesita un anzuelo. ¿Qué otra cosa es la magia más que una realidad que exterioriza nuestras emociones y pensamientos? Cuando la radio combina objetividad con subjetividad puede ser mágica tras producirse el acercamiento con el oyente. Realidad hecha voz, pensamiento y sentimiento en un universo indivisible. Realidad y fantasía; elementos indispensables para fascinar, atrapar y convocar a los oyentes, en un proceso de dinamización social dónde la realidad no sólo se comprende; también se perfecciona. Sin embargo, lejos de estos apotegmas, a mí juicio la radio de hoy muestra falencias en la combinación de géneros y estilos que integran polos antagónicos. Los formatos de ahora son netamente de información u entretenimiento. No hay compensación en el guisado. Audiciones netamente musicales, audiciones netamente políticas. Para salir de esta tendencia debe haber mezclas en un mismo producto. La concepción de la dinamización social amerita que se combata la repetición de estructuras y formatos. Evitar monopolios musicales, audiciones melosas en las cuáles apenas se refieren a intimidades sexuales y panoramas informativos demasiado rígidos para llamar la atención. El secreto de la magia es mostrar lo serio y lo factual de un modo que parezca divertido, placentero y fascinante. Que no sea todo razón, que no sea todo emoción. Que no todo sea seriedad, que no todo sea diversión. Que ambos tengan su lugar en la cancha y hagan el mejor partido.

sábado, septiembre 30, 2006

A continuación publicamos la primera parte de la ficha de cátedra producida por uno de nuestros estudiantes más destacados: Diego Dattoli.
Diego se sirve de un lenguaje metafórico para aludir al papel de la radio como dinamizadora social.
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UNA CUESTIÓN DE VARIEDAD DENTRO DE LA UNIFORMIDAD.

Desde su existencia la radio demostró ser el medio que más azuza la imaginación de sus receptores. Para esta confirmación existen algunos factores. Entre ellos, la invisibilidad de la radio. Ningún oyente puede ver al locutor que emite la voz ni tampoco dispone de una pantalla que refleje situaciones en vivo y directo, tal ocurre con la televisión. De modo que el oyente debe ilustrar en su mente lo que sucede en la radio y lo que evoca el relato en sí mismo. Sobre esta particularidad la radio ofrece un compendio de imágenes e interpretaciones que ningún otro medio puede ofrecer. El escenario de locutores aislados y oyentes escuchando los mensajes sonoros en la soledad de un sillón, garantiza que la radio amplíe el marco dónde crece la fantasía de la audiencia. De todos modos, éste no es el único ingrediente que ofrece la radio para concebir la dinamización social. La dinámica social consiste en acaparar la atención de la gente. Ésta atención se percibe cuando la sociedad tiene el hábito de escuchar radio y hablar durante su tiempo libre acerca de lo que dice la radio. Esta costumbre no sólo se circunscribe al hogar, también se refleja en los lugares de trabajo, en los paseos en coche o en las plazas públicas. Cada vez que visitamos un bar escuchamos ¨ viste lo que dijo la radio ¨. Eso es síntoma de hábito de consumo radial. En este punto, se nos abre un primer paso para finiquitar la dinamización social: despertar interés en la comunidad.

A diferencia de otros medios, la radio no se limita a informar sobre los hechos que nos acontecen. En ese sentido, la radio extiende sus funciones y realiza un esfuerzo por vincularse afectivamente con el oyente. Cuando eso sucede se gesta un segundo factor detonante de la dinamización social; el factor de proximidad. La radio no sólo quiere referir lo que sucede en el mundo, también acucia ganar el cariño de su público. Bajo esta disposición, la radio no es tan vertical como otros medios como la prensa escrita y la televisión, en los cuáles se promueve una relación yo digo, tú escuchas. Por el contrario, la radio suele ser más participativa e involucrar más al oyente. Se desviste del vínculo distante de la mera información y asimila funciones afectivas. Rebelde con lo que recomiendan los manuales, la radio no teme el acercamiento con el público. Promueve más retroalimentación que otros medios, pues es abierta a escuchar opiniones de la audiencia. La radio no rechaza las emociones y por esa razón es un medio más expresivo que otros. Sin embargo, detenernos en el acercamiento afectivo de la radio para con el oyente es beber del río pero ignorar en qué montaña nace. Existen otras cuestiones.

LOS INGREDIENTES DEL BREBAJE

¿Por qué la radio puede despertar la imaginación del oyente y lograr su participación? Evidentemente no se puede lograr un hábito social sin antes haber procedido a un proceso de identificación, dónde se comprenden las necesidades y gustos del oyente. Este proceso se logra cuando la radio no se queda con su propio pensamiento y logra comprender los pensamientos de la sociedad por medio de la empatía. La radio además de ser escuchada, debe escuchar al oyente. En tanto se produzca esa comunicación, es posible una unión afectiva que dinamice la relación entre la radio y la audiencia. No obstante, del dicho al hecho hay un gran trecho. Para lograr la empatía con el oyente la radio dispone de una serie de pasos que enumeraré a continuación:

1) Cuando relata un hecho la radio trasciende la información con un lenguaje descriptivo. Desmenuza detalles y permite que el oyente visualice la situación narrada por el locutor.
2) La vida cotidiana tiene protagonismo dentro de la construcción de noticias radiofónicas. Es decir, hechos que para otros medios son comunes y poco interesantes, son tenidos en cuenta por la radio. Por ejemplo, ¿cómo se gana la vida un niño limpia coches? ¿Qué hace un ama de casa en su tiempo libre?
3) La participación del público: la radio, como dijimos, permite que las personas expresen sus opiniones y comentarios. De ese modo, hay comunicación en vez de solo transmisión de información; aspecto que otros medios todavía no han resuelto.
4) La radio quita el monopolio de la narración neutra en tercera persona y accede a lenguajes en primera y segunda persona. Ya no es él hace. Ahora es nosotros hacemos.
5) La radio acepta más la subjetividad que otros medios. Sujeta a esa decisión, combina polos antagónicos como la razón y la emoción, la realidad y la fantasía.

Estos cinco pasos descriptos tienen un único objetivo: acercarse al oyente, quebrar la distancia y forjar una relación afectiva con él. En otras palabras, concebir el factor de proximidad a través de un vínculo emotivo con el oyente. La radio logra que la subjetividad interactúe con la objetividad sin que su mensaje parezca sensacionalista. Lejos de ese evento que ocurre cuando la opinión no viene amparada por una fase previa de observación, la radio crea un mensaje personalizado y crítico, argumentado desde la razón y enfatizado desde la emoción. No obstante, apenas hemos explicado él primer peldaño de la dinamización social: despertar el interés del oyente a través de un acercamiento afectivo generado por un discurso personalizado, capaz de integrar la subjetividad con la objetividad. Sin embargo, el fenómeno de la dinamización social, a mi juicio, requiere de otros peldaños. La sociedad debe hacer algo más que escuchar radio. Debe discutir sus temáticas en espacios públicos y desarrollar una consciencia crítica sobre la realidad. Ese es el segundo peldaño de la dinamización social. Sí Dios hizo el mundo en siete días, la radio necesita un poco más de tiempo. En función de lograr una relación continua con el oyente, la radio permite la interacción entre información y entretenimiento; a fin de que el oyente no se aburra y siga escuchando. A continuación explicaremos como funciona ese engranaje compuesto por dos piezas; periodismo y entretenimiento.

REALIDAD Y FANTASIA, UNA AMISTAD NECESARIA

Dijimos que la dinamización social necesita lograr un hábito de interés en la sociedad. La radio debe ser parte de la vida cotidiana de las personas. La gente debe hablar sobre la radio, no sólo escucharla. Una vez que se logra ese enlace, éste medio de comunicación debe impedir que el lazo se corte. La función periodística no puede por sí sola. ¿Qué pasaría sí el oyente estuviera sujeto bajo un carrusel radiofónico de noticias y más noticias? Sobre este plano, el oyente se pondría tenso, se aburriría y pondría una distancia a la relación. El público tendría reticencia a la hora de escuchar radio y únicamente acudiría a ella por la necesidad de informarse, en vez de acudir por placer. Buscaría otros medios y la radio quedaría en un segundo plano, sin despertar interés. Por otro lado, ¿que ocurriría sí la radio expusiera al oyente a solamente música, espeluznantes ficciones y audiciones abocadas al entretenimiento? Seguramente habría una audiencia importante. Cuando llegue del trabajo el oyente se relajará y disfrutará de la radio, pero la relación estará más cerca de la evasión que de la dinamización. La función periodística generadora de consciencia social quedaría excluida. Con el entretenimiento habría paz pero la dinamización social colectiva sucumbiría bajo el aplastamiento del consumo individual. Todo quedaría en un estado de satisfacción personal, pero no habría una cuota de realidad para que la audiencia critique y dinamice su pensamiento social. Consumir radio no es lo mismo que escuchar radio. El consumo da placer pero no reflexión. El acto de escuchar radio da ambos. Satisface e invita a pensar en la realidad que vivimos.

Una dinámica social, además de llamar la atención de la sociedad, debe lograr que la misma critique el mundo dónde vive, por medio de diálogos y debates. Pongámoslo en ecuaciones: consumo individual dónde no hay consciencia ni crítica hacia el mundo, es igual a aplastamiento social. En tanto, consumo individual que promueve una crítica social colectiva es igual a dinamización social. Establecidas estas simples fórmulas, el segundo peldaño de éste maravilloso proceso es lograr que la sociedad se interese por sus propios problemas. Sí se consigue, la sociedad puede ser un mecanismo de transformación social y la radio un espejo social que lo gestó. En caso de que el oyente oiga la radio y no se siente a debatir lo que escucha, la dinamización social no será completa.

No obstante, la consciencia social no se logra de la noche a la mañana. La relación entre oyente y radio necesita continuidad. La realidad y la fantasía son los engranajes de esa regularidad. La función periodística inyecta crítica, debate y consciencia en el oyente. Aunque el exceso de esta función también puede inyectar desgaste, aburrimiento y alejamiento en la audiencia. Por lo tanto, la función periodística necesita ser articulada con la función afectiva y el entretenimiento, así el oyente no se satura y oprime el botón de apagado. Así el oyente sigue nadando por el dial. Tras recurrir a cuentos, obras teatrales y ficciones, la función afectiva proporciona relajamiento, catarsis y fascinación en el oyente, lo cuál posibilita que la función periodística extienda su plazo y no proyecte intolerancia en la audiencia. Ambas funciones son necesarias; la periodística para formar consciencia, la afectiva y el entretenimiento para darle regularidad al vínculo conformado entre la radio y el oyente. Cuando la información, el entretenimiento y la ficción trabajan sin estorbarse, el esfuerzo y la recompensa son ruedas que comienzan a trabajar, tanto en el locutor como en el oyente. Se cambia tolerancia por motivación en la audiencia. El coche está en marcha.

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Continuará

jueves, septiembre 21, 2006

Nuestro compañero de tareas docentes Marcelo Miranda ocupa en estos momentos la Dirección de la emisora "Antena Libre" FM, que transmite en 89.1 Mhz para la ciudad de General Roca y su zona de influencia.
La emisora prevé habilitar próximamente un servicio on-line para expandir su llegada a otros públicos.
Mientras tanto, Marcelo nos cuenta aquí algunos datos acerca de la radio universitaria de Roca.


Radio Antena Libre realizó su primera transmisión el 1 de junio de 1987 como producto de un proyecto de comunicación alternativa que contó con financiamiento internacional provisto por la Communication Assistance Foundation (C.A.F), del Reino de los Países Bajos.
El edificio, ubicado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, era el lugar de asiento de los estudios centrales, en tanto cinco cabinas de producción radiofónica estaban enclavadas en distintos barrios de General Roca.
Los vecinos, previa capacitación a través de docentes de la Facultad, producían y grababan sus audiciones, las que eran transmitidas desde la sede central. La experiencia de comunicación perduró hasta mediados de los años ‘90. Después, la emisora, si bien siguió con una impronta vecinal, tomó mayor sesgo de radio universitaria y pública, características que aún la distinguen.
En el trabajo diario confluye el personal rentado con el acompañamiento de los estudiantes, que en función de continuar sus estudios, tienen una jornada laboral no superior a las 12 horas semanales, con turnos horarios diferentes a los de asistencia aclases. Actualmente cuatro estudiantes realizan sus prácticas rentadas y una más cursa su residencia laboral. Asimismo, otros 25 alumnos elaboran distintas audiciones.
A lo largo de estos años, Antena Libre dio lugar a que realizaran sus primeras prácticas profesionales cerca de 300 estudiantes que hoy se desempeñan en medios como Canal 10 (Flavia Galende y Fabricio González), Canal 7 de Neuquén (Karina Maureira), L.U 18 (Fabián Cardozo), Diario Río Negro (José Luis Denino y Leonardo Herreros), La Mañana de Roca (Luis Leiva), Radio Manantial (Andrea Rosales, Ricardo Peinado y Cristian Rojo Chavarría) y Radio Concierto (Agustín Amado y Abel Calfìn), entre otros.
También es necesario resaltar que durante este año tres escuelas, una biblioteca popular y un grupo de trabajo de la Colonia Penal U.5 solicitaron espacios en la programación para realizar sus audiciones.
La programación se emite de lunes a domingo, de 6:30 a 23:30, con audiciones propias, de productores independientes y de otros medios como Radio Universidad Calf (Neuquén), Radio Francia Internacional, la RAI de Italia, Radio Televisión Española, la Deutsche Welle de Alemania y la Agencia de Noticias de Paraná.
La grilla de audiciones está compuesta por formatos que van desde radio revistas informativas y musicales a documentales; desde informes y dramatizaciones hasta micro-audiciones con información universitaria, acerca de fruticultura, sobre músicos regionales y relacionada con la promoción y defensa de los Derechos Humanos.
Diariamente se realizan un promedio de 20 entrevistas a integrantes de la comunidad universitaria, referentes de bibliotecas populares, sindicatos, organizaciones populares, vecinos y organizaciones de carácter político, social y cultural de General Roca, Allen, Ingeniero Huergo y Cervantes.
Actualmente la emisora irradia, con producción propia, 86 horas con el aporte de 60 personas entre rentados, pasantes, estudiantes y productores independientes.


Marcelo Miranda
Especialista en Gestión y Planificación Social
Director de Radio Antena Libre
Contacto:
Radio Antena Libre-Fa.De.Cs.-U.N.Co.
Tel.: (02941) 433672

martes, septiembre 19, 2006


Este es el nuevo equipo de cátedra del Area Radiofónica (de izq. a der.):
Profesor Titular: Ricardo Haye

Ayudante de Primera: Marcelo Miranda
Asistente de Docencia: Andrea Miglio
Profesor Adjunto: Agustín Amado
Ayudante de Primera: Omar González

(Setiembre de 2006)

martes, septiembre 12, 2006

¿Por qué no podría observarse a la radio desde la filosofía del arte?
La pregunta es el disparador del último libro de Ricardo Haye.
"El arte radiofónico" (La Crujía. Buenos Aires, 2004) surge de la vigorosa convicción de que la radio merece y debe situarse en las coordenadas de la estética. Desde ese atalaya se exploran los elementos y recursos que revisten de expresividad la producción radiofónica.
Parte de los contenidos de este texto ya habían sido anticipados en este sitio blog, por lo que los lectores de "Espejo Sonoro" podrán avanzar con mayor fluidez en las páginas del libro.
Este sitio ha estado inactivo por una buena temporada.
A partir de este momento habilitamos su segunda época, con la vocación de no sufrir otras interrupciones.
Lo invitamos a visitar el sitio: www.lear-radioarte.com.ar